23/9/10

Poesía dedicada a Erika y Gabriel, por Miguel Molina Soto

“Todo comenzó
cuando una fría
madrugada de invierno,
las estrellas aún
me susurraban
su nombre en mis oídos.
Todo comenzó
cuando la estrella
que mas brillaba
en el firmamento desapareció.

Todo comenzó
cuando una mañana
al despertarme
me encontré
con su dulce voz,
cuando levantando
los ojos
me di cuenta
que la estrella que faltaba
aquella madrugada
se había escapado del cielo
sólo para estar junto a mi.

Todo comenzó
cuando se encontraron
nuestras miradas,
se rozaron nuestros cuerpos
y nuestras manos
empezaron a temblar
como oleadas de mar.

Todo empezó
cuando esa estrella
me dijo que tenia nombre.
Erika y yo Gabriel le dije,
y así nuestras almas
empezaron a brillar
como ella misma,
como la estrella
que mas brillaba en el cielo,
como ella misma.
Todo comenzó
cuando la mas brillante
de las estrellas, se marchó
para no volver jamás.

Todo terminó…
cuando una fría
madrugada de invierno
las estrellas
ya no me susurraban,
su nombre en mis oídos.
Fue, cuando me di cuenta
que el cielo
ya no brillaba como antes
porque esa estrella
que le faltaba al firmamento
ahora brilla con mas
intensidad que nunca
pero, dentro de mi corazón.

Todo comenzó
el día que se escapó
una estrella
para quedar clavada
dentro de mi alma
para el resto de mis días.”

Miguel Molina Soto

1 comentario:

Raquel Antúnez Cazorla dijo...

Gracias Miguel, por esas palabras tan bonitas.

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