Josué el errante
Mercedes Pinto Maldonado
Sinopsis:
“Josué el errante” nos relata la dilatada y escabrosa vida de un judío
que huye de Alemania a los diecinueve años, en los albores del nazismo,
empujado por un amor imposible.
Educado en un ambiente judío ortodoxo, Josué necesitará sobrevivir a las situaciones más extremas como garimpeiro en África del Sudoeste para comprender que, más allá de culturas y religiones, existe el valor de la amistad. Kuaima, un nativo himba huido de la tiranía de su colono, y Carlos, un diplomático español que ha escapado del absolutismo religioso de su esposa, serán los amigos que le acompañarán.
Abandonará a su familia en los peores momentos, traicionará a sus amigos, olvidará sus orígenes. Y todo por un valioso diamante que no sabe si tendrá destinatario.
Educado en un ambiente judío ortodoxo, Josué necesitará sobrevivir a las situaciones más extremas como garimpeiro en África del Sudoeste para comprender que, más allá de culturas y religiones, existe el valor de la amistad. Kuaima, un nativo himba huido de la tiranía de su colono, y Carlos, un diplomático español que ha escapado del absolutismo religioso de su esposa, serán los amigos que le acompañarán.
Abandonará a su familia en los peores momentos, traicionará a sus amigos, olvidará sus orígenes. Y todo por un valioso diamante que no sabe si tendrá destinatario.
Sobre la novela:
Josué es un niño judío que nació en Londres en 1912 de un amor puro, un amor deseado, pero también fuera del matrimonio entre Sara y Aaron, el aprendiz que ayudaba a su abuelo en la sombrería. Este amor fue rechazado por sus abuelos desde un principio, ya que tenían planes para su hija y prácticamente hicieron todo lo posible porque no se casaran, aunque finalmente poco pudieron hacer más que aceptarlo en su familia y darle cobijo y trabajo.
Aunque ellos no apreciaban a Aaron, Josué fue bienvenido al mundo y fue feliz durante los primeros años de su infancia viviendo con un padre casi ausente que nunca tomaba decisiones, con su madre y su abuela y su abuelo que le enseñaba a respetar y estudiar las leyes de la Torah.
Aarón, cansado de vivir despreciado, decidió que él y su familia se mudarían a Alemania, Sara le debía obediencia, así que no podía rechistar ante la decisión de su marido. Los primeros días fueron duros para ella, que lloraba constantemente por echar de menos a sus padres, pero poco a poco se fue dando cuenta de cuánta felicidad podía depararle aquella decisión. Josué y Aarón estaban ahora más unidos, iban a pescar juntos y hablaban más, el niño era más feliz. La vida fue transcurriendo en la tranquila granja de Essen, compartida con la familia que les dio cobijo y trabajo.
Ahí Josué conoció a Abigail, unos pocos años mayor que ella, y con la que pasaba horas jugando, hasta que ella fue considerada mujer y empezó a ayudar en las tareas del hogar. Josué estaba increíblemente enamorado de ella y siempre le decía que cuando fueran mayores se casarían. Abigail en un principio le seguía el juego, pero ahora que era adulta no podía permitir que Josué siguiera diciendo esas cosas.
Jeremías, el padre de Abigail, instruía a Josué en la Torah, y le mostró su otro negocio además de la granja, los diamantes, que llevaba a cabo junto a sus hermanos. Jeremías enseñó a Josué a pulir pequeñas piedras y la curiosidad y las ganas de aprender del pequeño hicieron que le iniciara en el negocio.
Los años pasaron y Josué continuaba enamorado hasta las trancas de Abigail, que lo evitaba, ya que su padre había hecho planes para ella y pronto se casaría con el hombre elegido por éste. Josué llevado por la rabia intentó hablar con ella y declararle su amor, ella insistía en que respetaba la decisión de su padre y que él debía hacer lo mismo, pero le entregó una carta en la que le confesaba su amor y le pedía que por favor la dejara seguir con los planes de su padre.
Josué ardía en rabia, y el cariño que antes profesaba por Jeremías se tornó en odio por arrebatarle el amor de su vida. Un día surgió la posibilidad de viajar a África para un negocio con diamantes, sus padres se oponían, era muy joven, apenas contaba con diecinueve años, pero estaba decidido, Jeremías le había dado la oportunidad de ayudarle en un negocio, lo que nadie sabía es que no era eso lo que pensaba hacer en África, iba en busca de la fortuna, para volver con las manos cargadas de dinero y que Jeremías no pudiera rechazarlo como marido de Abigail.
Ahí comienza la andadura de este joven, en cuyo camino se cruzó con grandes amigos que pasaron por su vida y se quedaron tallados en su alma. El trabajo lo endureció y el tiempo pasó y pasó. En su mente solo rondaba una idea con el paso de los años, encontrar la gema perfecta para pedir a Abigail en matrimonio.
Mi opinión personal:
Me resulta complicado resumir este libro, una novela cargada de emociones, de tristeza, de nostalgia, de melacolía, de esperanza, de amistad, de respeto, de confianza, de confidencias, de cariño, de lucha, de amor.
La historia de Josué en sí me da bastante rabia, yo lo hubiera cogido por los hombros agitándolo de lado a lado y le hubiera dicho que si estaba tonto, que qué hacía desperdiciando su vida lejos de su familia y de la mujer a la que amaba, que volviera y luchara por Abigail en Essen y que se los llevara a todos lejos de ahí, ya que la guerra estaba empezando a hacer estragos y los Nazis se habían empeñado en eliminar al pueblo Judío. Pero no ocurrió esto, quizás por cobardía, o por algo que no atino a comprender Josué dejó pasar años y años, pronto dejó de saber de su familia y mucho menos de Abigail, y otras cosas le ataron lejos, la amistad con Carlos es una pieza clave en toda la historia. Carlos era un granadino que conoció en su camino a África y con el que forjó una amistad tan fuerte que le costó separarse de él para emprender el viaje de vuelta. Dos hombres muy distintos y que se profesaban una amistad llevabada hasta el límite de casi ser como hermanos.
Me ha encantado conocer sobre el pueblo Judío, de la mayoría de las cosas no tenía conocimiento, y como siempre saber sobre la época de la guerra que Hitler emprendió siempre es una lectura que me ha llamado la atención.
Una historia cuidada, mimada, melancólica, de lucha y sueños por cumplir, del destino. No sé qué más contaros sin revelaros cosas importantes de la historia. Lo mejor es que os sumerjáis en sus páginas y la disfrutéis como yo lo he hecho.
Mi puntuación es: