Esta reseña forma parte de la lectura conjunta organizada por Tatty y Laky de los blogs El universo de los libros y Libros que hay que leer, respectivamente.
Un gato callejero llamado Bob
James Bowen
Sinopsis:
Cuando el músico callejero James Bowen encontró a un gato pelirrojo
herido acurrucado en el descansillo de su piso, no podía imaginar hasta
qué punto su vida iba a cambiar. James vivía al día en las calles de
Londres y lo último que necesitaba era una mascota.
Sin embargo, no pudo resistirse a ayudar a un gato tan
sorprendentemente listo, al que rápidamente bautizó como Bob. Enseguida
los dos se hicieron inseparables y sus variadas, cómicas y,
ocasionalmente, peligrosas aventuras acabarían transformando las vidas
de ambos y curando las heridas de sus turbulentos pasados.
Un gato callejero llamado Bob es una emotiva e inspiradora
historia real que ha llegado al corazón de miles de lectores, primero en
Gran Bretaña y ahora en el resto del mundo.
Sobre el autor:
No hay mucho que contar sobre este autor, sobre todo porque en estas páginas encontraremos prácticamente una biografía, su historia, la historia de su vida a partir del momento en que se encontró con Bob, en el año 2007, momento en el cual se hicieron inseparables.
Sobre la novela:
James es un joven que roza la treintena y que está perdido en la vida, hace casi diez años que no ve a sus familiares directos, estuvo enganchado a la heroína, de la cual intenta desintoxicarse en el momento de comenzar esta historia con un tratamiento de metadona y que lleva, como es lógico pensar, una vida desordenada y caótica, tocando con su guitarra en las calles donde gana lo justo para subsistir.
Un día al llegar a casa, se encuentra con Bob apostado en el descansillo de su piso, al principio decide ignorarlo, pero tras varios días se da cuenta que no se marchará y que no pertenece a ningún vecino. Parece que está herido, así que decide recogerlo en su casa, proporcionarle algo de alimento y llevarlo al veterinario. Los medicamentos que le recetan al gato suponen mucho más de lo que puede permitirse, pero aún así, decide hacerse cargo. Sigue buscando algunos días más al supuesto dueño del animal, aunque no lleva collar ni chip.
A los quince días, Bob. como decide llamarlo, está recuperado. Así que supone que es el momento de dejarlo marchar, sin embargo, Bob no parece dispuesto a irse y aunque a James le produce cierta preocupación no poder hacerse cargo de él como era debido, o simplemente estar privandole de su vida en libertad, al final, decide quedárselo.
No pasa mucho tiempo hasta que James se lo lleva un día a su trabajo, y se da cuenta de algo, Bob llama la atención, él, que siempre había sido una persona transparente para el resto del mundo, de pronto se vuelve visible y todo el mundo se para a saludarlo para acariciar al gato, preguntarle su nombre o hacerse fotos con el animal. No sólo eso, sino que cuando Bob le acompaña, las ganancias aumentan de forma considerable.
Pero no todo es de color de rosa y los problemas empiezan a sucederse. Una sola idea ocupa la mente de James, y es que debe madurar, dejar de tocar de forma ilegal en las calles y forjar una estabilidad y tranquilidad en la vida de ambos, y por encima de todo debe curarse del todo. Ahora tiene a alguien a quien cuidar, su gato, su bebé... Bob.
Es el comienzo de un duro pero gratificante proceso que un día James quiso contar al mundo.
Mi opinión personal:
Hace algunos meses vi que mis compis blogueras revolucionaban de nuevo la blogoesfera proponiéndonos una lectura conjunta de lo más diferente y tentadora. Me apunté el sorteo, lo gané y unas semanas después tenía mi ejemplar en casa esperándome.
Como podréis comprobar, últimamente casi no me paso por aquí, y es que estoy tan enfrascada en mi nuevo proyecto, que apenas he tenido tiempo para leer. Supongo que podéis entenderlo: plazos con la editorial, correcciones, ampliaciones y un largo etc. que me han quitado el sueño durante más de dos semanas. Así que no pude aventurarme a su lectura hasta hace unos días.
Aunque es una biografía, se puede leer tal que una novela, o eso me ha parecido a mí. Las páginas de este libro han volado. Es cierto que en determinados momentos la historia ha sido demasiado detallada y pausada para mi gusto, pero no creo que sea por el libro en sí, sino que yo estaba tan acelerada con todo lo que tenía encima, que no tuve la oportunidad de disfrutarlo como se merecía. Para nada era una lectura que yo hubiera decidido leer precisamente en este momento de estrés (estrés alegre ehh que sarna con gusto no pica), sin embargo, ha sido una historia que he disfrutado.
No es dificil simpatizar con nuestros protagonistas (James y Bob), me he quedado perpleja con algunos comportamientos del animal. No me gustan mucho los gatos, bueno, no es que no me gusten, es que les tengo alergia, así que en mi vida entre más lejos mejor. Os podéis imaginar que he oído relatos de todo tipo con respecto a estas mascotas, pero nunca nada igual que con Bob. Me ha parecido, que ese pequeño animalito, fue un enchufe de vida y esperanza en la vida de un hombre que lo había perdido todo y que decide retomar el buen camino, por él, pero también por su gato, al cual considera de su familia.
De primera mano, James nos contará su vida, la que lleva desde el momento en que encontró a Bob, pero también conoceremos todo su pasado desde que se metió en las drogas. La vida en la calle no es fácil y trae consigo un montón de anecdotas, unas más divertidas que otras, otras más tristes... pero siempre interesantes.
Me ha gustado la visión que se da de la vida en estas páginas, la segunda oportunidad que pasó y que James supo aprovechar muy bien.